Los días que afortunadamente puedo ir a
casa a comer, repaso con el mando a distancia los canales de la tele. No
recuerdo exactamente en cual, y como en un eterno retorno sin posibilidad de
huida, vuelven a emitir Verano Azul. A mí no solo no me molesta, si no que me
quedo enganchado al episodio del día: me hace recordar.
Cuando lo vi en su estreno, aquella primera vez, consideraba a Tito algo más pequeño de lo que yo era, y a Piraña más o menos de mi edad. Quizá algo mayor que yo. Luego estaban los que yo juzgaba bastante mayores como Pancho, Javi, Bea y el resto de la pandilla.
Tiempo después, en algún episodio que vi de las numerosas veces que lo han puesto, los chavales mayores de esa pandilla pasaron a ser casi de mi edad; ya no eran tan mayores. Hasta que en otra de esas emisiones me di cuenta de que por fin había superado ampliamente en edad a aquellos mayores; los veía pequeños.
Ahora, lo que puedo observar es que mis años están peligrosamente muy cerca de la de los padres de la serie, y veo a esos chicos que yo veía mayores como niños, apenas unos críos.
Siguiendo el ritmo de reposiciones de Verano Azul, algún día estaré en la misma quinta que Chanquete. Ojalá.
Cuando lo vi en su estreno, aquella primera vez, consideraba a Tito algo más pequeño de lo que yo era, y a Piraña más o menos de mi edad. Quizá algo mayor que yo. Luego estaban los que yo juzgaba bastante mayores como Pancho, Javi, Bea y el resto de la pandilla.
Tiempo después, en algún episodio que vi de las numerosas veces que lo han puesto, los chavales mayores de esa pandilla pasaron a ser casi de mi edad; ya no eran tan mayores. Hasta que en otra de esas emisiones me di cuenta de que por fin había superado ampliamente en edad a aquellos mayores; los veía pequeños.
Ahora, lo que puedo observar es que mis años están peligrosamente muy cerca de la de los padres de la serie, y veo a esos chicos que yo veía mayores como niños, apenas unos críos.
Siguiendo el ritmo de reposiciones de Verano Azul, algún día estaré en la misma quinta que Chanquete. Ojalá.
2 comentarios:
Que tierno, tío.
¿Es todo lo que puedes contar de tu verano?
Y yo aquí pensando que tendrías más tiempo libre para complacer a tus fans en el extranjero...
Lo siento, pero (como el conocido título del libro) para contarlo primero hay que vivirlo.
Un beso. Ya me contarás...
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