viernes, 18 de septiembre de 2015

INFIEL


Me pregunto desde cuando la duda rondaba tu cabeza. Te veía caminar insegura por la casa. Trastabillar en el pasillo. Suspirar en las habitaciones. Sospechar en la cama.

 

Un día, después de amarnos, soltaste el lastre. No fue improvisado. Percibí un plan trazado.

 

-¿Algunas vez me has sido infiel?

- Nunca, mi vida – respondí mirando a tus ojos, como si fuesen los míos reflejados en un ensayado espejo.

 

La respuesta debió bastarte. Te despejó. Escuché tu respiración profunda y confiada mientras un lazo amargo se anudaba en mi garganta.

 

No sabría cómo decirte que en este mismo lecho, de vez en cuando, paso las tardes con la guitarra que me regalaste cuando nos prometimos.

 

2 comentarios:

XuanRata dijo...

Lo peor de la sospecha es que casi siempre peca de poca imaginación.


Un lujo y un placer leerte de nuevo.
Un abrazo, Paco.

Paco dijo...

Cierto, el engaño físico es insignificante al lado del espiritual, por ejemplo...

Lo que es un lujo y un placer es que tu me leas.

Un abrazo, Xuan.