La
otra mañana, a la hora de salir de casa, nevaba menos que el día anterior, pero
los niños se han entusiasmado igual. Luego, camino del trabajo los copos se han
hecho más grandes. Se estrellaban contra el parabrisas y en apenas dos segundos
quedaban licuados en una pléyade de diminutas gotitas. He bajado un poco la
ventanilla en un semáforo para curiosear más de cerca y ha entrado de repente
un copo que se ha alojado en el salpicadero, entre el botón para maniobrar el
espejo retrovisor y el cuadro de mandos. Allí se ha ido derritiendo algo más lento
que los otros. El termómetro marcaba tres grados. El tráfico era el de todos
los días a pesar de la nieve. Y cuando he llegado a mi destino el copo ya no
existía.
5 comentarios:
La vida es eso, una sucesión de copos que se derriten, más o menos despacio, ante nuestros ojos.
Has dado en el clavo, Teresa.
Bienvenida a la Gran Nevada de la Vida.
Chaval tu que vienes de una tierra donde no suele nevar. La última fue en 1954, concretamente la noche del 3 al 4 de Febrero, fijate si ha nevado en otros sitios.
LO que si me ha traido al recuerdo estas líneas, es la obsesión que teníamos de niño por ver la nieve. No sé si recuerdas cuando nuestros padres se iban a Madrid, y nos decían por telefono, los de antes, que habían visto la nieve, yo recuerdo gritar, traemé, traemé un poco¡¡¡¡¡¡
Bueno lo intentaré, decían. Yo daba mi opinión guardalá en una caja y traetelá, veía las imagenes por televisión, y me decía, como no va aguantar la nieve en una caja? Evidentemente cuando llegaban a casa, ni rastro de nieve.
Pero al leer estas líneas, despues de muchos años, ya se porqué la nieve no llegaba...
Si ese copo de nieve a penas duraba unos instantes en tu salpicadero, tampoco aquella nieve duraba en cruzar la mitad de la Península...
Pero como de ilusiones se vive, , TRAEMÉ, TRAEMÉ UN POCO DE NIEVE¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
¿Y no recuerdas cuando metíamos las manos en el congelador para tocar la nieve?
Pues si me acuerdo, pero ya eso forma parte de los Annales, pues con los frigórificos-neveras NO FROST, no hay "ná que hacé".
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