sábado, 2 de julio de 2011

ESTA ENTRADA GRATIS, POR EL PRECIO DE UNA

CÓMO LLEGUÉ HASTA AQUÍ


Siempre me lo dicen, me pierdo en los prolegómenos. Soy un experto de los prólogos. Pero me encuentro en la necesidad de contar cómo fue que llegué hasta aquí.

Al principio yo no sabía nada de esto de los blog. Si, los había escuchado, pero no me había parado en saber qué se hace en ellos, y mucho menos en pensar en abrir uno.

Un día, hace unos meses, recalé en uno de ellos. En el de un amigo que conocí hace tiempo, en mis Veranos en Rota, y lo encontré interesantísimo. Un diamante de la literatura. Es el blog de Luis Miguel León Blanco (aqui). Para mi fue la llave.

Desde él, y no sé cómo, di con el blog de José Miguel Ridao (aquí). ¡Qué tío este! Es un monstruo, quiero decir, que da miedo. José Miguel fue el cruce de caminos. Desde su blog he ido escalando hasta el resto. Gracias a él mi antiguo nombre se convirtió en Paco Principiante.

Así, ya es una costumbre que me tome, de vez en cuando, un té en el Café de Ocata y veo a Gregorio Luri (aquí). Un educador-pensador en el que vierto mis asignaturas pendientes de filosofía.

Siguiendo con el tema académico, estoy matriculado en un Master en Nubes, cuya profesora, Aurora Pimentel (aquí), me muestra historias cotidianas para hacerme pensar.

También me gusta visitar un blog tan singular como el del Padre Fortea (aquí). Nunca pensé que un cura estuviese metido en estos berenjenales, pero es un sacerdote divertido y original. Si todos fuesen como él, otro gallo hubiese cantado (a San Pedro, claro).

La soga al cuello de Alejandro Muñoz (aquí) la prefiero cuando leo esas historias hilarantes, esas aventuras que cuenta, ahora por ejemplo con su amigo del alma Mario Vargas Llosa. Estoy buscando un pretexto para hacerme yo amigo de Alejandro, aunque lo que realmente busco es que me presente a Mario.

Javier Sánchez Méndez (aquí), su vida al filo de la espada y sus entradas son un verdadero y profundo placer leerlos. Yo tardaría meses en escribir un solo párrafo suyo, que apuesto a que él lo hace en algunos minutos. Yo de mayor, en serio, quiero ser y escribir como él.

Y dejo para el final, a modo de postre, a dos a los que considero, por decirlo de alguna manera, mis padrinos:
Teresa (aquí), con la que me asomo a la ventana de vez en cuando, charlamos, y que fue la que me insistió hasta dos veces para que abriese un blog de una vez por todas,
y Jesús (aquí), que vive siempre en esa quinta estación primaveral. Un tipo cercano que saca lustre a los instantes en apariencia más triviales, por muy increíble que parezca.

Luego uno visita a bastantes más, aunque no con periodicidad diaria, como el de Trapiello (ejem…), Felipe Benítez Reyes, Javier Molina Palomino, Joaquín Herrera Alegre, Javier Quiñones Pozuelo, Luís Valdesueiro (por el día y por la noche) y a otros bastantes más que no pongo porque ya sería esto excesivamente largo.

En algunos dejo más, menos o ningún comentario, según me venga, me inspire, o tenga tiempo (no por dejar más comentarios los considero mejores, algunos ni saben de mi existencia, ni fisica, ni virtual...), pero a todos los leo con mucha ilusión.

En definitiva,
Gracias a todos.

6 comentarios:

La de la ventana dijo...

Gracias por lo de madrina del proyecto, lo cierto es que con muy poca vergüenza te "ordené" abrir un blog, y mira, qué bien mandado que eres, Paco. Pero daba tanta pena ver lo buenos que eran tus comentarios que tenías que tener tu propio espacio. Y estoy segura de que no defraudarás.

En cuanto a lo del nombre, si vas a tu perfil en Blogger, en "Editar", pon "Paco Principiante" o lo que tú quieras en "Nombre mostrado" et.. voilà.

Gracias por las pistas. No conocía a mucha gente de la que hablas que tienen muy buena pinta.

Paco Principiante dijo...

Gracias a ti, Teresa, por tus sugerencias (órdenes!?) sobre el blog, y por aclarame algunas cosas.
¿Puedo seguir con mi clase de blog?:
¿Por qué cuando contesto un comentario, como por ejemplo este, no me deja ponerlo con mi perfil del blog, y lo tengo que hacer como antes, con lo del nombre y todo eso?
¿Cómo se hace para dejar las entradas en esa especie de etiquetas?
Siento la batería de preguntas, pero estoy más perdio QUE EL BARCO DEL ARRÓ.
Gracias.

La de la ventana dijo...

Pues lo de no dejarte usar el perfil tuyo no lo sé: se lo he oido a mucha gente como problema, pero jamás me ha pasado. En cuanto a las etiquetas, cuando escribes un post, en la hoja en blanco, a la izquierda, en la parte de abajo, tienes una casilla en blanco en la que pone eso, "Etiquetas". Ahí escribes cómo quieres "etiquetar" el post que estás escribiendo. Pero sólo la primera vez que usas esa etiqueta, luego te saldrá sola, y sólo es seleccionarla de entre las varias que tengas.

No sé si me explico, es difícil así.

Paco Principiante dijo...

Gracias Teresa por las clases particulares.

José Miguel Ridao dijo...

Me alegro de que hayas hecho caso a Teresa, y dile a tu Santa que no se preocupe... de momento, mientras tus dosis de blogueína sean moderadas.

Enhorabuena por tu flamante blog, y muchas gracias por la mención.

Paco dijo...

Gracias a tí por formar parte de él también.