miércoles, 23 de noviembre de 2011

BATAS BLANCAS

Cuando veo este video, un entusiasmo y una tristeza me sobrecogen.

Sería largo de explicar, pero en ese local que sale, mi padre (que continuó con una tradición heredada de padres a hijos)  tuvo su propio negocio durante muchos años. Había cornucopias restaurándose, marcos por dorar, bruñidores, pan de oro de ley, lienzos antiguos y recientes, pequeñas esculturas policromadas, también batas blancas. Además de mi madre, mis hermanos y yo, que con mucha frecuencia, íbamos por allí.

Ahora, uno de los que se pueden ver en las imágenes, trabajador de esta empresa, es mi hermano pequeño, y prácticamente se siguen haciendo las mismas cosas en el mismo lugar. Y aunque sea casi por casualidad, no por ello me deja de provocar esa mezcla de satisfacción y melancolía.

2 comentarios:

Silvia dijo...

Yo le presentaba tu hermano a mi madre, para que cumpliera por unos días su vocación restauradora (la de mi mamá, digo). Por ahora, se conforma con los muebles que se encuentra en la calle.

(Ni un post sin comentarios!!)

Paco dijo...

Lo de la restauración queda muy bonito (y en parte lo es), pero también es muy sacrificado. Únicamente se ve la parte buena, pero te puedo contar como se te quedan los dedos después de una sesión de lijado.
(mi padre, una vez que suspendí más de la cuenta, me puso el verano entero a lijar unos candelabros...)

Apuntado queda lo de los comentarios, a ver si soy capaz de seguirte.