viernes, 10 de mayo de 2013

CAMBIOS






Cuando era un niño me sentaba a observar cómo los charcos de agua se evaporaban. Cómo la manecilla gorda del reloj avanzaba. Cómo se trasladaba la sombra del sol por el suelo. Cómo las estrellas iban surgiendo en el cielo conforme anochecía. Al tiempo, me distraía. Pensaba en otra cosa, me iba, regresaba al rato, y entonces sí que aquello cambiaba.

 

Llegué a pensar que todo sucedía justo en el instante en que no miraba; y cuanto más detenidamente vigilaba, sin apenas parpadear, más comprobaba que aquello parecía estático, inmutable.

 

Miro mi cara en el espejo y hay algunas canas que ayer no estaban. Los párpados se me han caído un poco y algunas manchas han aparecido. Es verdad que es muy tenue, pero sé que la próxima vez que me asome al espejo todo habrá cambiado de nuevo.


 


 

10 comentarios:

La de la ventana dijo...

¡Ya no eres Principiante! Pero confieso que me gustaba mucho la otra foto de perfil. Esta es demasiado ¿misteriosa? Casi siniestra. No te pega. O no me pega a mí para ti.

Carlota dijo...

Por fin!! Ya era hora de que te pasases por aquí no?
ME gusta el nuevo diseño aunque no se puede demostrar que seas tú el de la foto, eres tan polifacético a veces...
Espero oir de ti más a menudo.
Un beso, tío

andandos dijo...

Bueno, probablemente los cambios en tus hijos te harán preguntarte por los tuyos, y experimentarás el asombro, muchas veces.

Un abrazo

Paco dijo...

Realmente no he dejado de ser Principiante. Lo que pasa es que me parecía más sencillo que el "Paco" estuviese solo.

Así que no me pega, eh?....

Paco dijo...

Supongo que estaba en la crisálida, Carlota.

El de la foto soy yo, te lo aseguro. Te lo demuestro la próxima vez que vengas a casa, sobrina.

Besos.

Paco dijo...

Fíjate José Luis que fue precisamente mi hijo, ese que con una cámara empieza a disparar a diestro y siniestro, el que me hizo esta foto cuando no miraba...

Y aunque sea algo "enigmática", como han dicho, la verdad es que me gusta. A lo mejor justo por eso.

Un abrazo.

Rafael Hidalgo dijo...

Los cambios más importantes, sin embargo, son los que afectan a nuestro fondo íntimo, a ese quién que somos. Así pues, la pregunta es esta: ¿eres alguien más interesante que la última vez que te miraste al espejo? Los párpados y canas sólo son las manecillas que indican que ha transcurrido el tiempo, pero no aclaran qué has hecho con él.

Por cierto, me ha encantado, Paco.

Un abrazo.

Paco dijo...

Gracias Rafael.

Lo que pasa es que no soy yo el que debiera responder a esa pregunta de si soy o no más interesante. Estoy demasiado dentro de mi mismo.

Un abrazo.

XuanRata dijo...

Pensabas bien, Paco: claro que todo sucede justo en el instante en que no miras: ¿por qué crees sino que algunos nos empeñamos en seguir haciendo fotos contra todo pronóstico?

Un abrazo.

Paco dijo...

Lo sospechaba. Menos mal que estás ahí para capturarlo.

Un Abrazo.