viernes, 23 de diciembre de 2016

NAVIDAD 2016

 
 
Fue justo hace tres años. Se acercaba la Navidad y les hablé de los otros niños del mundo que no fueron tan afortunados. De aquellos que nacieron en medio de una guerra. De los que casi no tienen para comer. De los que están enfermos y apenas cuentan con recursos. De los que incluso te puedes cruzar con ellos a diario y no lo están pasando bien, porque no hacía falta irse tan lejos para encontrarse con la necesidad y la pobreza de frente.
 
-Así que tenéis que elegir, de todos esos juguetes que tenéis en vuestra habitación, algunos para ellos.
 
Pensativos se fueron a su cuarto y al cabo de un rato regresaron.
 
No me habían entendido: Trajeron sus juguetes preferidos. Con los que más se divertían. Los que más usaban. A los que guardaban más cariño.
 
Tuve que razonarles que con todo lo que tenían, lo suyo era ese juguete que prácticamente no utilizan y está nuevo. El que por el motivo que sea, resulta que les sobra. Me miraban con cara atenta y los ojos muy abiertos. Asentían mientras les explicaba que mejor era escoger ese que al final no querían.
 
Parece que lo aprendieron y metimos en una bolsa unos cuanto juguetes que llevamos al lugar donde los recogían.
 
 
Tres años he tardado, a pesar de lo que les dije, en darme cuenta de quién hizo lo correcto y quién enseñó a quién aquella vez.
 
 
FELIZ NAVIDAD