viernes, 29 de junio de 2012

ESTAFETA PARA ARRIBA



Hoy he estado en Pamplona por temas de trabajo. Ya había estado otra vez, pero iba muy justo. Así que como me ha sobrado algo de tiempo hasta la salida del tren, no he podido resistirme a pasear por su calle más conocida.

Le he pedido al compañero que se conoce bien aquello que me hiciese de guía y se ha ofrecido muy amablemente. Hemos andado el tramo de la plaza del Ayuntamiento hasta la plaza de toros. No lo había recorrido nunca. A mitad del camino ya no aguantábamos más y hemos tenido que hacer un descansito en un bar. Es lo que tiene estar en forma. Y eso que no teníamos ningún morlaco pisándonos los talones. Pero hacía mucho calor (alego en mi defensa).

Me he hecho una foto detrás del vallado al final de la calle, porque aun sin toros, no tengo el valor de ponerme al otro lado. Espero que alguna vez pueda ir en San Fermín y verlo todo allí mismo. Pero detrás del vallado, por supuesto.
 
 

2 comentarios:

GABRIEL dijo...

Yo también tengo una especial predilección por Pamplona y su fiesta, y no porque Hemingway la predicara.
Siempre me ha llamado la atención el ver a los mozos y mozas correr delante de un toro. También visité Pamplona o Iruña como la llaman, y visité esos lugares tan emblemáticos, que solemos ver en televisión a partir del 7 de Julio.
Pero sobre todo, en mis humildes pensamientos, me pregunto ¿Si nosotros hubiésemos nacido en Pamplona? ¿Correríamos en esos encierros? Es más ¿Qué hubiese hecho nuestro padre? Hubiera corrido vestido de blanco con el pañuelo rojo al cuello……
También a mí me gustaría ir a esa fiesta y verla en persona, y por supuesto detrás del vallado.

Paco dijo...

Pues conociendo a nuestro padre, tan defensor de las tradiciones (como la mayoría por cierto de esta parte de la familia paterna), si fuésemos pamplonicas más de una vez hubiésemos corrido todos por el encierro.

Bueno, fíjate que al final también casi todos nos vestimos de blanco con terciopelo rojo al cuello y la cabeza una vez al año…